¿Qué hace que un aceite esencial sea de calidad? A todos nos gustan los productos ecológicos, pero hay que tener en cuenta que, aunque nos aseguren que un aceite esencial o vegetal es puro, natural e integral, eso no quiere decir que vaya a ser eficaz a la hora de aplicarlo en cosmética o en aromaterapia: ¡los productos naturales son de calidad muy variable, por lo que deben ser examinados en un laboratorio!
Desde la Compañía del Sentido recomendamos no utilizar nunca aceites esenciales no naturales, mezclados con perfumes o creados a partir de moléculas sintéticas, ya que estos pueden provocar alergias o efectos tóxicos en nuestro organismo.
Vamos, que los aceites esenciales deben ser 100% puros, y no estar mezclados con otros aceites esenciales, normalmente más baratos, que alteren considerablemente sus propiedades terapéuticas.
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¿Para qué sirven los aceites esenciales?
Léxico básico de la aromaterapia
¿Quién puede utilizar los aceites esenciales?
La guía de los aceites esenciales
Precauciones a la hora de utilizar los aceites esenciales
¿Cómo explicar el poder de los aceites esenciales?
¿Cómo elegir correctamente un aceite esencial?
La cultura ecológica prohíbe la utilización de abonos químicos, pesticidas, insecticidas y de transgénicos... Los agricultores que cumplen una serie de estrictas reglas reciben un certificado (AB, Cosmos...).
¿En qué afecta esto a los aceites esenciales?
Si bien es cierto que no ha sido probado que los pesticidas presentes en la planta puedan también encontrarse en su aceite esencial, tampoco se ha podido comprobar lo contrario. Sin embargo, visto lo finas que son sus partículas y lo rápido que penetran en nuestro organismo, es mejor ser prudente. Hay estudios que demuestran que, apenas 10 minutos después de aplicar el aceite esencial de Eucalipto en el tórax, este ya ha alcanzado los pulmones...
Gracias a esto, es la mejor prueba de que un esencial es completamente puro y no está diluido.
Podemos seguir todas estas reglas, que la destilación de las materias primas se haga de manera impecable y que estas se hayan cultivado de un modo ecológico, pero esto no quita que los aceites esenciales sean un producto natural y, por extensión, de calidad variable. De un año a otro, de una plantación a otra, la composición bioquímica no será la misma, y a veces la diferencia entre ambas puede ser sorprendente.
La denominación botánica, tanto en castellano como en latín: la denominación en castellano puede generar cierta confusión, ya que no siempre es fácil diferenciar varias plantas de una misma familia. El nombre en latín es mucho más preciso a la hora de diferenciar una planta de otra, algo necesario para conocer las propiedades exactas del aceite esencial.
La parte destilada: pueden ser las hojas, las raíces, los frutos... de toda planta se pueden destilar diferentes partes. Estas partes no tienen la misma composición bioquímica, por lo que no tendrán las mismos efectos terapéuticos.
El origen geográfico: esto nos permite comprobar la calidad de la planta. Una planta puede crecer en diferentes lugares, pero su calidad dependerá de dónde lo haga.
Su composición principal y el quimiotipo (si existe): estos datos nos permiten conocer con exactitud contra qué problema será más eficaz cada aceite esencial. Esto también es útil en caso de tener alergia a uno de los componentes. No nos cansamos de repetir que es importante realizar la prueba de la alergia antes de utilizar un nuevo aceite esencial.
La agricultura ecológica: si una planta crece salvaje o se cultiva de modo artificial, no tendrán las mismas propiedades, ya que el suelo será diferente, y hay productos químicos que pueden interferir en el producto final.
El método de obtención: como ya sabemos, existen varias maneras de obtener un aceite esencial, un hidrolato, un absoluto... Hay que prestar atención a esta información presente en la etiqueta, ya que ciertos productos se venden como «aceites esenciales» cuando realmente no lo son.
La cantidad, en volumen, y el número del lote también son importantes y deben figurar en la etiqueta de todo aceite esencial.
Aunque sean del mismo origen, de la misma familia y de la misma especie... no todas las plantas tienen la misma calidad.
Dos plantas que crezcan a unos pocos kilómetros de distancia no podrán tener la misma composición bioquímica, ya que esta variará dependiendo del suelo, de la exposición al sol... Al igual que pasa con los vinos, las plantas tendrán una denominación de origen dependiendo de dónde hayan crecido.
Esta dependencia geográfica es más marcada todavía si tenemos en cuenta que hay plantas que pueden crecer en diferentes climas.
Todas las plantas son delicadas, y cada una debe recolectarse en un momento específico, en el momento álgido de su calidad aromática.
Hay muchos factores a tener en cuenta a la hora de extraer el aceite esencial para no disminuir su calidad.
Ahora que ya podemos reconocer fácilmente un aceite esencial de calidad, es hora de explicar cómo aseguramos la calidad de nuestros productos.
La identidad exacta (género, especie, subespecie), el órgano destilado o prensado, el origen, el modo de cultivo y de obtención hacen de cada producto un producto único. Todos estos parámetros influyen sobre la composición bioquímica final. Para asegurar una eficacia lo más homogénea posible, conviene establecer unos criterios de selección precisos, cualitativos y cuantitativos. Y, en la Compañía del Sentido, no podíamos obviar esto, por lo que hemos elaborado un proceso de selección bien preciso.
Para un aceite esencial, no es fácil que te venda la Compañía del Sentido. Este deberá pasar varias pruebas y estar a la altura de una serie de exigentes criterios.
Tras largos meses de crecimiento sin ayuda de ningún tipo de pesticida en su país de origen, cada planta, semilla, flor o raíz se destila mediante vapor de agua, prensado en frío o macerado para luego se enviado a Francia, donde tendrá que pasar un riguroso control para obtener el certificado AB. Según el proceso, esta materia prima dará como resultado un aceite esencial, un aceite vegetal o un aceite macerado.
Una vez ha llegado a Francia, el aceite esencial será analizado por un laboratorio externo. Aquí es donde comienza la prueba de acceso de nuestro valiente candidato: densidad, indice de refracción, rotación óptica, índice de yodo y de peróxido, características organolépticas (aspecto, olor, color) y, sobre todo, perfil cromatográfico (que nos permite estudiar con precisión la constitución bioquímica de cada aceite).
Los resultados del análisis son estudiados por los expertos de la Compañía del Sentido: Clément, ingeniero agrónomo y Marie-Anne, doctora en química orgánica. He aquí dos ejemplos concretos:
Empecemos con el aceite esencial de Albahaca...
Sigamos con el aceite macerado de Árnica...
En la Compañía del Sentido prestamos especial atención para poder ofrecer lotes de calidad y pureza excepcionales, lo que en ocasiones nos lleva no aceptar un nuevo lote de un producto agotado si este no cumple con nuestras exigencias... Sin embargo, si un aceite esencial supera este triple control significa que es un aceite 100% ecológico, 100% puro y 100% natural. Vamos, un aceite esencial del que estar orgulloso. ¡Un 10 de 10! ¡Matricula de honor!