Conservación
Para conservar un aceite esencial en las mejores condiciones posibles, se deberá evitar que esté expuesto al sol, así como los cambios de temperatura bruscos. Se deben conservar en frascos de vidrio tintado bien cerrados, ya que los componentes de los aceites esenciales son muy volátiles.
Mantener los frascos lejos del alcance de los niños.
Respetar las dosis y no prolongar el tratamiento
Se deberán seguir los consejos de aplicación y las dosis recomendadas de cada aceite esencial. Para cada binomio dolencia/aceite esencial existen reglas de utilización muy precisas.
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Deberán respetarse las diluciones aconsejadas para toda aplicación cutánea. Una dilución incorrecta podría provocar irritaciones, marcas o quemaduras en la piel.
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Antes de cualquier administración por vía oral, se deben leer con atención las dosis y el soporte recomendados para evitar dañar las mucosas o una potencial intoxicación.
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Si no se nota ninguna mejora, no se deben aumentar las dosis, no sirve de nada obstinarse a utilizar un aceite esencial a cualquier precio. Ciertos aceites esenciales no deben utilizarse durante periodos prolongados de tiempo, mientras que otros no presentan ningún riesgo de este tipo.