El peral es un árbol de tamaño medio de la familia de las Rosáceas. Se cultiva por su fruto, la pera, que puede encontrarse en las estanterías en cualquier época del año. La pera puede comerse cruda, cocida o seca. Al secarla se obtiene una elevada concentración de sus compuestos, entre ellos los azúcares (hidratos de carbono). Los hidratos de carbono son esenciales para el funcionamiento del organismo. Además de azúcares, las peras secas son ricas en fibra, que contribuye al confort digestivo y reduce la absorción de colesterol. Por último, la capacidad antioxidante de las peras secas es bastante elevada. Esto es bueno para el organismo y las papilas gustativas. Nombre latino: Pyrus communis L. Familia botánica: Rosaceae. Parte utilizada: Fruto.
La pera deshidratada es una fruta seca. Por lo tanto contiene más azúcar que una Pera fresca, las recomendaciones de consumo diario están definidas. Para una cura clásica o por placer, una ración de Pera seca se estima entre 20 y 30 g al día, lo que representa de 3 a 5 rodajas al día.
Para aprovechar al máximo sus ventajas, puedes utilizarlas:
Le aconsejamos que los utilice durante la(s) siguiente(s) comida(s) para aprovechar al máximo sus beneficios:
Puedes incorporarlos a las siguientes preparaciones para que sean más fáciles de tomar:
Peras secas pueden complementar su dieta sana y variada.
El estreñimiento suele ser sinónimo de una dieta deficiente en fibra (consulte nuestra guía sobre estreñimiento y dieta). Las peras secas contribuyen a la ingesta de fibra alimentaria. Por lo tanto, se puede afirmar que ayudan a restablecer un tránsito digestivo normal.
Las peras secas son ricas en fibra. La fibra reduce la biodisponibilidad de otros componentes de los alimentos, como el colesterol. Por lo tanto, ayudan a regular los niveles de colesterol. Además, las peras secas ayudan a prevenir las complicaciones cardiovasculares. En efecto, por su poder antioxidante, moderan la peroxidación del colesterol (factor de aparición de placas de ateroma). Por lo tanto, las peras secas ayudan a prevenir los efectos nocivos del estrés oxidativo y la hipercolesterolemia, y deben incluirse en una dieta variada y equilibrada.
Los hidratos de carbono son los macronutrientes preferidos por nuestras células para proveerse de energía. Esto es especialmente cierto para las células dependientes de los hidratos de carbono, como las células del sistema nervioso. Las peras secas aportan hidratos de carbono que permiten al organismo satisfacer sus necesidades.
El peral pertenece a la gran familia de las Rosáceas. Antes de establecerse en Europa, se cree que el peral era originario de Asia. Es un árbol de tamaño medio, de 10 a 15 m de altura. Puede vivir hasta 200 años. El peral tiene hojas ovaladas, con un pedúnculo más largo que el limbo. Las flores son blancas, tienen cinco pétalos y son hermafroditas. Los frutos son grandes, obovados, muy conocidos en Francia: las peras. El peral tolera los climas ligeros, continentales y los suelos neutros a ligeramente ácidos. Crece en setos y bosques de llanuras montañosas bajas.
Se encuentra en toda Francia, aunque es más rara en la región mediterránea. Existen más de 2.000 variedades, algunas de las cuales fructifican en invierno y otras en verano. El peral se cultiva por su fruto, que es la sexta fruta más consumida por los franceses, con 4,7 kg al año por hogar comprador. La pera ya se consumía en la Antigua Roma, cruda, cocida o seca.
Peras ecológicas (en rodajas,... fuente de fibra6 notas
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