La morera es una planta de la familia de las Moráceas. De esta familia, sólo 3 moreras son de interés: la morera negra (Morus nigra L.), la morera roja (Morus rubra L.) y la morera blanca (Morus alba L.). La morera es muy versátil, ya que muchas partes de la planta se consumen desde hace siglos. Las hojas son especialmente interesantes y se dice que ayudan a combatir muchas enfermedades, incluida la diabetes. El fruto de la morera es muy apreciado, sobre todo en Europa. Su sabor ácido, rico en aromas, aromatiza fácilmente las preparaciones culinarias. En términos de beneficios para la salud, ofrece toda una gama de nutrientes. Desde la fibra hasta el hierro, las moras negras combaten los trastornos intestinales, el cansancio y la anemia. Varios estudios científicos han analizado sus propiedades para el organismo. Todos estos análisis son unánimes sobre las capacidades antioxidantes y antiinflamatorias de las moras negras. En efecto, están presentes diversos fitoquímicos, como flavonoides y alcaloides. Estos fitonutrientes también la hacen eficaz contra las infecciones bacterianas o fúngicas. Nombre latino: Morus nigra L. Familia botánica: Moraceae. Parte utilizada: Fruto.
La morera negra deshidratada es un fruto seco. Por lo tanto contiene más azúcar que una Morera fresca, se definen las recomendaciones de consumo diario. Como cura clásica o por placer, 20 a 30 g o 5 a 8 cucharaditas de Moras negras secas al día.
Para aprovechar al máximo sus ventajas, puedes utilizarlas:
Le aconsejamos que los utilice durante la(s) siguiente(s) comida(s) para aprovechar al máximo sus beneficios:
Puedes incorporarlos a las siguientes preparaciones para que sean más fáciles de tomar:
25 g de moras negras deshidratadas contienen una proporción significativa de la Referencia Poblacional de Nutrientes (PNR) para Hierro. También contienen, en menor medida, fibra.
Como tal, las moras negras secas pueden complementar su dieta sana y variada.
Gracias a su fibra, las moras negras ralentizan y reducen la absorción de nutrientes, incluidos los hidratos de carbono y el colesterol. Por ello están indicadas en casos de diabetes y trastornos del colesterol. Además, las actividades antioxidante y antiinflamatoria de las moras negras están bien documentadas. Estas dos capacidades limitan la aparición de complicaciones cardiovasculares que pueden derivarse de la diabetes o la hipercolesterolemia: las placas de ateroma.
En caso de infecciones bacterianas o fúngicas, las moras negras pueden reforzar el sistema inmunitario frente a estos microorganismos. Los estudios indican que las moras negras limitan el crecimiento de bacterias y hongos. También estimulan el sistema inmunitario gracias al aporte de hierro: contribuye al funcionamiento del sistema inmunitario. Los nutrientes de las moras negras desecadas refuerzan los beneficios inmunitarios de una dieta variada y equilibrada.
Las moras negras influyen en la contractilidad del corazón. Disminuyen significativamente la frecuencia cardiaca sin afectar a la fuerza contráctil del corazón.
Varios estudios científicos demuestran que las moras negras protegen contra las úlceras gástricas provocadas por el consumo crónico de alcohol. Además, el hígado también se beneficia de las moras negras desecadas. En efecto, mejoran la protección antioxidante y el funcionamiento de las enzimas hepáticas. Además, las moras protegen contra el estreñimiento debido a su alto contenido en fibra (consulte nuestra guía estreñimiento y dieta).
Un aporte energético insuficiente o las carencias alimentarias contribuyen a la sensación de fatiga. Las moras negras aportan hidratos de carbono, una fuente de energía fácilmente utilizable por nuestro organismo. Además, el hierro de las moras contribuye a reducir la fatiga y a las funciones cognitivas.
La anemia ferropénica puede deberse a una ingesta inadecuada de hierro (consulte nuestra guía anemia ferropénica y dieta). Las moras negras son ricas en hierro y reponen las reservas del organismo.
La morera es una planta de la familia de las Moráceas. Es un arbusto de crecimiento rápido que alcanza rápidamente una altura de 3 a 10 metros. Su corteza gris contiene un látex blanquecino. Las hojas son verdes, ovaladas y brillantes. Los amentos (flores) son vellosos y verdes. Tras la fecundación, los amentos dan paso a los frutos, las zarzamoras. Las zarzamoras son pequeños frutos globosos cuyo color varía según la especie. Existen tres especies principales: la morera blanca (Morus alba L.), la morera negra (Morus nigra L.) y la morera roja (Morus rubra L.).
El árbol es originario de China, Corea y Japón (donde se conoce como Sangshu), pero ahora se cultiva en toda Europa. Las hojas de morera se utilizan como remedio desde la antigüedad. Según la medicina china, son eficaces para prevenir y tratar muchas enfermedades: fiebre, dolor de garganta, tos, trastornos hepáticos, trastornos oculares, trastornos renales, hipertensión, etc. En Corea y Japón, los pacientes diabéticos consumen hojas de morera como complemento de los tratamientos antidiabéticos. La actividad antidiabética de las hojas de morera es el tema más intensamente estudiado, ya que su eficacia es real. La corteza, las ramitas y las raíces también figuran en la farmacopea china.
En Europa, es la fruta la que justifica el cultivo de moreras. China es actualmente el mayor productor de moreras.
Las moras negras tienen muchos beneficios para la salud. Aunque ambas variedades pertenecen al mismo género, son bastante diferentes.
La mayor diferencia es desde el punto de vista organoléptico: las moras tienen sabores menos intensos y un gusto dulce, ligeramente bizcochado; las zarzamoras son más intensas, ácidas y picantes.
Nutricionalmente, las diferencias son menores: las moras negras aportan más fibra, grasa e hidratos de carbono que las moras negras. En cambio, las moras negras son ligeramente más ricas en proteínas y menos calóricas. En términos de micronutrientes, las moras negras tienen una mayor actividad antioxidante que las moras negras. De hecho, un estudio demostró que las moras negras contenían ligeramente más polifenoles.
Si su elección se basa en la actividad antioxidante, le aconsejamos que elija las moras negras. En cambio, si su elección se basa en su efecto energizante y estimulante intestinal, le recomendamos las Moras negras. Por lo demás, sólo sus preferencias gustativas podrán guiarle. Para los indecisos, ¿qué tal combinarlas?
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