La almendra es el fruto del almendro. Es un árbol pequeño que crece en regiones áridas. De la familia de las rosáceas, es primo de las manzanas, las peras y las frambuesas. Gran parte de las almendras cultivadas son americanas y proceden de California. España es el segundo productor mundial de almendras, aunque su producción sigue siendo casi insignificante comparada con la del gigante americano. La almendra es muy conocida e incluso es el segundo fruto seco más consumido del mundo, después de los famosos cacahuetes. Su reconocimiento se debe sin duda a su sabor dulce, apreciado por todos. Pero cuidado, puede ser una sorpresa cuando muestra su amargor a nuestras papilas gustativas. El sabor más o menos amargo de la almendra depende de su contenido en amigdalina. El sabor de la almendra puede aprovecharse en múltiples preparaciones culinarias. Ya se consuman crudas, tostadas, en puré, en aceite vegetal, ralladas, en zumo o en pastelería y repostería, las almendras lo tienen todo para gustar. Su perfil nutricional es el típico de un fruto seco: la almendra es rica en lípidos y vitamina E. También aporta otros micronutrientes, como calcio, magnesio, cobre, manganeso y vitamina B9. Las proteínas y las fibras también están bien representadas. Todo ello le confiere numerosas virtudes, como su capacidad calmante, su contribución al buen desarrollo y salud de los huesos, etc. Nombre latino: Prunus dulcis (Mill.) D.A.Webb. Familia botánica: Rosaceae. Parte utilizada: Almendra.
Debido a la densidad energética de las Almendras y a su alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados, se definen recomendaciones de consumo diario. Para un tratamiento clásico o por placer, una ración de Almendras se estima en 15 g al día, lo que representa unas quince Almendras al día.
Para aprovechar al máximo sus ventajas, puedes utilizarlas:
Le aconsejamos que los utilice durante la(s) siguiente(s) comida(s) para aprovechar al máximo sus beneficios:
Puedes incorporarlos a las siguientes preparaciones para que sean más fáciles de tomar:
15g de Almendras contienen una proporción significativa de la Población de Referencia Nutricional (PNR) de los siguientes nutrientes Vitamina E, Cobre, Magnesio, Manganeso, Fósforo. También contienen, en menor medida, Fibra, Proteínas, Zinc, Selenio, Potasio, Hierro, Calcio, Vitamina B2 y Vitamina B9.
Como tal, las almendras pueden complementar su dieta sana y variada.
La mayoría de los lípidos presentes en las almendras son ácidos grasos insaturados. También contienen fitoesteroles. Esta combinación confiere a las almendras propiedades reductoras del colesterol. Las almendras también intervienen en el metabolismo de los hidratos de carbono. Se compone principalmente de fibras, lípidos y proteínas. Estos tres macronutrientes reducen su índice glucémico. Así, las almendras reequilibran la glucemia postprandial (después de la comida). Este equilibrio de la glucemia favorece la sensación de saciedad y no conduce a la lipogénesis: capacidad de nuestro organismo de sintetizar lípidos, con el fin de almacenarlos. Por último, la almendra es un fruto seco superantioxidante. Es rica en polifenoles y micronutrientes antioxidantes (cobre, manganeso, selenio, vitamina B2, vitamina E, zinc, etc.).
La almendra es amiga de nuestro cerebro. En efecto, gracias a sus minerales y oligoelementos (cobre, potasio, magnesio, hierro y zinc), contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso y de las funciones cognitivas. Sin olvidar las vitaminas B9 y B2, que intervienen en la síntesis de los neurotransmisores. En el plano psicológico, las almendras son buenas. Es un auténtico "fruto seco antiestrés". De hecho, su contenido en magnesio, mineral con propiedades sedantes, es la prueba.
El consumo regular de almendras mejora el perfil de la microbiota intestinal.
El buen funcionamiento del sistema inmunitario depende de muchos nutrientes: hierro, selenio, zinc, cobre y vitamina B9. Todos estos micronutrientes están presentes en grandes cantidades en las almendras, lo que les confiere importantes beneficios para el sistema inmunitario.
Las almendras contienen cobre, selenio y zinc. Estos tienen múltiples beneficios para el cabello y las uñas.
La almendra es el fruto seco más rico en calcio y fósforo. Minerales que contribuyen a la osificación y consolidación del esqueleto. Además, las almendras son una fuente de proteínas. Estas proteínas estructuran nuestro organismo, en particular la matriz proteica del hueso. Además, el zinc, el magnesio, el manganeso y el cobre participan en la formación de nuestros tejidos (hueso, tejido conjuntivo, etc.).
Las almendras son una fuente de proteínas vegetales. Las proteínas son esenciales para el buen funcionamiento y la síntesis muscular. Además, el magnesio, el hierro y las vitaminas B2 y B9 que contienen las almendras contribuyen a reducir el cansancio.
Los lípidos, el cobre, el zinc y la vitamina B2 son necesarios para el buen funcionamiento de las células de la piel y el mantenimiento de las mucosas. Estos tres nutrientes, como parte de una dieta variada y equilibrada, están presentes en grandes cantidades en las almendras.
Las almendras son extremadamente ricas en magnesio, fósforo y calcio. Como parte de una dieta variada y equilibrada, estos tres minerales contribuyen a la fortaleza de los dientes.
Las almendras proceden del almendro Prunus dulcis (syn. Prunus amygdalus), un árbol frutal con sabor a nuez perteneciente a la familia de las Rosáceas. El árbol se encuentra en la región mediterránea, sobre todo en España, pero su cultivo también se ha extendido a otras regiones áridas del mundo. El almendro puede alcanzar los 12 metros de altura y vivir hasta 100 años. El cultivo del almendro requiere una atención especial en el momento de la polinización. Aunque un almendro contiene unas 30.000 flores, muchas de ellas quedan sin fecundar. Por ello, los cultivadores instalan colmenas junto a los huertos de almendros para aumentar las posibilidades de obtener un gran número de frutos. El fruto contiene las famosas almendras que nos encanta comer por su riqueza en proteínas vegetales y su efecto energizante.
El mayor productor de almendras del mundo es sin duda California. Desde un punto de vista ecológico y político, California preocupa por la cantidad de agua que se utiliza para producir almendras. En efecto, los almendros son grandes consumidores de agua. He aquí el problema: ¿cómo garantizar las necesidades de agua de los almendros en un clima árido, con explotaciones que superan los miles de hectáreas y con un objetivo de producción intensiva?
La solución encontrada es el riego por inundación, o riego por aspersión a partir de perforaciones a menudo muy profundas. Este consumo excesivo agota las reservas de agua, ya que se calcula que el 10% del agua consumida en California se destina al cultivo de almendras. California se ve cada vez más afectada por la sequía. Por ello, la producción de almendras se está convirtiendo en un importante problema medioambiental y político. Por ello, es preferible optar por las almendras españolas, que tienen una mejor gestión de los recursos: sólo el 20% de los cultivos de almendros españoles son de regadío (frente al 100% en California).
Almendras ecológicas... rico en vitamina E110 notas
Ver el producto