El albaricoque es, como su nombre indica, el fruto del albaricoquero. Este pequeño árbol de las regiones cálidas nos proporciona una fruta sinónimo de verano lleno de sol. Su color anaranjado, su textura esponjosa y su sabor dulce son muy apreciados en Francia: su consumo se estima en 2,4 kg por hogar y año. Además de sus cualidades sensoriales y gustativas, esta pequeña fruta es un concentrado de nutrientes, tanto más cuando se seca. En efecto, el secado concentra los nutrientes que contienen los albaricoques frescos. Ricos en fibra, minerales y vitaminas, los albaricoques secos aportan numerosos beneficios: antioxidantes, belleza de la piel, salud ocular y regulación de la glucemia... No hay que descuidar esta superfruta, ya que sus servicios son muy variados. Nombre latino: Prunus armeniaca L. Familia botánica: Rosáceas. Parte utilizada: Fruto.
El albaricoque seco es un fruto seco. Por lo tanto, contiene más azúcar que un albaricoque fresco, se definen las recomendaciones de consumo diario. Para un tratamiento clásico o por placer, una ración de albaricoques secos se estima entre 20 y 30 g al día, lo que representa tres albaricoques secos al día.
Para aprovechar al máximo sus ventajas, puedes utilizarlas:
Le aconsejamos que los utilice durante la(s) siguiente(s) comida(s) para aprovechar al máximo sus beneficios:
Puedes incorporarlos a las siguientes preparaciones para que sean más fáciles de tomar:
25 g de Albaricoques secos contienen una proporción significativa de la Referencia Poblacional de Nutrientes (PNR) para los siguientes nutrientes: Fibra, Vitamina A, Vitamina E, Cobre y Potasio. También contienen, en menor medida, Selenio y Vitamina B6.
Como tal, los Albaricoques Secos pueden complementar su dieta sana y variada.
En general, el Albaricoque seco contribuye a nuestra buena salud. La vitamina B6 actúa como antiinflamatorio al participar en el ciclo de la homocisteína (un aminoácido proinflamatorio). También ayuda a reducir el estrés oxidativo, a través de sus micronutrientes antioxidantes (cobre y selenio). En cuanto a la glucemia, el Albaricoque deshidratado tiene un índice glucémico medio, gracias a su alta concentración de fibras. De este modo, contribuye a reducir el aumento de los niveles de azúcar en sangre tras las comidas, al disminuir la carga glucémica de éstas. Además, la fibra tiene un efecto reductor del colesterol.
Su color naranja nos lo dice: los albaricoques secos son ricos en betacaroteno. Esta provitamina A es esencial para la visión. El albaricoque seco es, por tanto, un aliado de elección para un ojo sano.
Los albaricoques secos favorecen la buena salud del corazón, ya que son naturalmente bajos en sodio. El sodio es un factor importante en el desarrollo de la hipertensión arterial. La hipertensión arterial aumenta significativamente el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. En cambio, son ricos en potasio, un mineral esencial para el funcionamiento del corazón. El potasio regula el ritmo cardíaco, participando en la transmisión de la señal nerviosa.
Para ayudar a mantener nuestra piel, cabello y uñas sanos, ciertos nutrientes son esenciales, como el cobre, el selenio y la vitamina A. Cada uno de estos micronutrientes está presente en altas dosis en los Albaricoques secos.
Muchos micronutrientes influyen en la respuesta inmunitaria del organismo. Es el caso del selenio, la vitamina A o incluso la vitamina B6. Los nutrientes de los albaricoques secos refuerzan los beneficios de una dieta variada y equilibrada.
El albaricoquero es un arbusto de la familia de las rosáceas. Se cree que es originario de Asia Central. Alejandro Magno fue el responsable de su propagación. Tras recorrer la famosa Ruta de la Seda, el albaricoquero se aclimató a Occidente y, más ampliamente, a los cinco continentes. Aprecia un clima seco, lo que explica su fuerte presencia en la cuenca mediterránea. De hecho, más del 50% de la producción mundial de albaricoques tiene lugar en la cuenca mediterránea.
Las hermosas flores blancas del albaricoquero muestran sus pétalos en primavera, para dejar paso a los frutos que se recogen en verano. Existen más de veinte variedades de albaricoque. Todas ellas ofrecen múltiples variaciones: unas son más rojas, otras más ácidas... El albaricoquero es un árbol frágil y su producción depende en gran medida de los caprichos del clima. A pesar de ello, nada se pierde con el albaricoquero: nos ofrece frutos que se comen crudos o secos y huesos que se utilizan en aceite vegetal. En resumen, un árbol con muchas ventajas.
Albaricoques ecológicos (suaves, dulces,... rico en potasio64 notas
Ver el producto