Los estudios han demostrado que el estrés prenatal influye en el curso del embarazo y en la salud del bebé. El cortisol, la hormona producida durante un estado de estrés, atraviesa fácilmente la placenta y, por tanto, está presente en la sangre del bebé. Este estrés no es un problema siempre que sea medido y puntual.
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Acompañar a la embarazada durante todo el embarazo puede ayudarla a reducir su estrés y a gestionarlo mejor. El diálogo y la escucha son buenos medios para sacar a la luz los temas que asustan o angustian. Existe una entrevista individual a partir del 4º mes de embarazo, introducida por el plan perinatal 2005-2007. El objetivo de esta entrevista es dar voz a las mujeres embarazadas, para que se sientan escuchadas y puedan hablar con los profesionales sanitarios. Este encuentro es facultativo y constituye un apoyo para la embarazada, que puede tranquilizarla y reducir así el estrés ligado al embarazo.
Comer sano no es ciencia espacial. Céntrate en las vitaminas, los minerales y el omega-3. Puedes estar segura de que tu bebé obtendrá todo lo que necesita para su crecimiento.
Un pequeño plus antiestrés sería, idealmente, una buena cantidad de almendras, avellanas y otros frutos secos. En la Compañía de los Sentidos, se utilizan como supresor del apetito, pero también son un excelente alimento ansiolítico gracias al triptófano que contienen. Esto aumentará su sensación de bienestar y le ayudará a relajarse.
Como ya se ha dicho, es normal sentirse estresada durante un embarazo. El trastorno que representa es más que significativo y la ausencia de cualquier tipo de aprensión ¡sería casi preocupante! No dudes en hablar de ello con personas de tu entorno y, si es posible, con mujeres que ya hayan tenido uno o varios hijos. Ellas podrán tranquilizarte y demostrarte que, ciertamente, no hay ningún motivo real para preocuparse. Tu madre también podrá aconsejarte bien.
En general, tu familia y tus amigos serán oídos valiosos. No dudes de que también estarán encantados de seguir la evolución del bebé y de su madre. Sin embargo, procura no abrumarlos con tus preocupaciones y comparte también con ellos tus alegrías. Pídeles su opinión sobre las dudas que tengas y en las que puedan ayudarte.
Recuerda que tu cuerpo se cansa mucho más rápido. Tiene que alimentar a dos personas con energía al mismo tiempo. Así que duerme lo más posible para que pueda hacer su trabajo. Siéntate a menudo y utiliza buenos métodos de relajación, como levantar ligeramente los pies.
Sabes que lo aceptamos todo de una embarazada (y con razón), ¡así que disfrútalo! Todos esos pequeños momentos en los que te decías a ti misma "esto no es razonable" cuando en realidad no había necesidad de hacerlo, ¡recompénsalos! Utiliza tu embarazo como excusa para visitar a tus amigas, pasar fines de semana románticos, salir a restaurantes o, para ser más tópica, ver una buena película con fresas...