¿Qué influye en el sistema inmunitario?
Nuestro sistema inmunitario está presente en todo nuestro cuerpo. Es este sistema el que repele las enfermedades, cura nuestras heridas, combate las infecciones y nos mantiene fuertes. Pero este armazón global, aunque eficaz, sigue siendo muy frágil, porque depende de una multitud de factores que influirán en él, para bien o para mal, y que por tanto pondrán a prueba nuestra capacidad para mantenernos en forma. Estos factores pueden ser genéticos, medioambientales, comportamentales, medicinales... En resumen, debemos estar atentos a casi todos los ámbitos para preservar el equilibrio de nuestra inmunidad. Dicho esto, algunos factores escapan a nuestro control (la genética, por ejemplo), ¡y tendremos que adaptarnos a sus consecuencias!
Artículos relacionados .
- ¿Cómo reforzar el sistema inmunitario con aceites esenciales?
- ¿Qué es la inmunodeficiencia primaria?
- Refuerce su inmunidad durante el embarazo con fitoterapia
- Leche materna: esencial para el sistema inmunitario
- Alimentos para aumentar la inmunidad
- 5 consejos para reforzar la inmunidad de los bebés
¿Qué factores influyen en la eficacia de nuestra inmunidad?
Herencia genética, estado de salud y medicación
- Si tus padres tienden a ser inmunodeficientes, sobre todo debido a enfermedades genéticas, es posible que lo hayas heredado. En este caso, pregunta a tu médico cómo superar esta inmunodeficiencia.
- Cuando ya estás enfermo, tu sistema inmunitario se esfuerza por curarte. Esto debilita tu sistema inmunitario, creando un resquicio para que otros virus lo aprovechen. Y nadie quiere estar enfermo todo el tiempo, ¿verdad?
- Por supuesto, dependiendo de las vacunas que haya recibido o de la medicación que esté tomando, su inmunidad variará. Es usted quien debe informarse con su médico de si necesita compensar una inmunodeficiencia, por ejemplo.
Alimentación, drogas y contaminación
- Nunca se dice lo suficiente, pero nuestra alimentación influye enormemente en nuestra salud. Si comes mal, tu sistema inmunitario no está recibiendo lo que necesita, ya que tu dieta está desequilibrada. Ya sea el humo en los pulmones, el alcohol en el hígado o las drogas en el cerebro o el corazón, el daño de las drogas en la inmunidad es seguro, así que lo mejor es abstenerse.
- También hay que tener en cuenta la calidad del agua que bebemos y del aire que respiramos. La exposición a la contaminación en general debe minimizarse al máximo: consuma el menor número posible de tóxicos, limite el contacto con productos químicos, elimine el moho de su casa
Edad, sexo y peso
- ¡Otro factor al que es difícil resistirse! Ciertos periodos de la vida favorecen la debilidad inmunitaria: la infancia, la vejez, el embarazo, por ejemplo. Por eso algunas personas necesitan más protección que otras. Del mismo modo, el sexo influye en nuestra capacidad de resistencia. Las mujeres pueden ser más propensas que los hombres a enfermar. Durante la menstruación, por ejemplo, las mujeres tienen un sistema inmunitario más débil.
- El sobrepeso o incluso la obesidad son factores de inmunodeficiencia. En efecto, si se tiene demasiado tejido adiposo, demasiado aporte energético, "demasiado" en general, el organismo perderá energía y tiempo para gestionar estos excesos, lo que debilitará por tanto nuestra inmunidad.
Estrés, sueño, deporte e higiene
- Un estado de estrés y fatiga no permite que tu cuerpo se regenere y esté en su mejor momento. Cuanto menos bien te encuentres, más débil será tu sistema inmunitario, porque tu cuerpo tiene que multiplicar por diez sus fuerzas para mantenerse activo y operativo.
- El deporte regular permite al organismo mantenerse, fortalecerse, producir endorfinas (y cuando se dice "placer", se dice "no estrés", lo que significa un sistema inmunitario más fuerte) y eliminar las grasas malas. Un verdadero combo para reforzar la inmunidad, siempre que no se haga demasiado deporte, lo que debilitaría el organismo en lugar de reforzarlo.
- Lavarse las manos, lavar los objetos sucios, no utilizar los cubiertos de un enfermo, protegerse cuando se está en una zona de riesgo, etc. Todas estas pequeñas cosas, obvias pero importantes, ayudan a evitar los mayores contactos con los virus y bacterias directamente responsables de nuestra inmunodeficiencia.
Para concluir...
En resumen, el refuerzo inmunitario va a ser necesario si en su vida diaria nota factores inmunosupresores que pueden influir en su propio sistema. La elección es entonces muy amplia en cuanto a en qué centrarse: lo mejor es intentar, como siempre, llevar un estilo de vida lo más equilibrado posible, ya sea en términos de dieta, deporte, estrés o higiene.