La Compagnie des Sens ha elaborado esta guía con el fin de establecer una lista no exhaustiva de los aceites esenciales que pueden utilizar las personas asmáticas o epilépticas. Aunque no existen contraindicaciones particulares, es importante tener en cuenta que, en general, los aceites esenciales no están recomendados para epilépticos y asmáticos, a menos que se solicite consejo médico. Algunos son más propensos a provocar una reacción asmática o epiléptica, pero todos presentan un riesgo potencial de sensibilización. No dude en consultar a un profesional de la salud (médico y/o farmacéutico) en caso de dudas persistentes y en realizar la prueba de alergia antes de cualquier uso.
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En el caso del asma, la fragilidad de los bronquios y su estado de constricción provocan una mayor reactividad del sistema respiratorio. Por tanto, es importante tener en cuenta la volatilidad de las moléculas aromáticas que pueden suponer una amenaza para un sujeto asmático, en particular los aceites esenciales demasiado expectorantes u oxigenantes, como los quecontienenun alto nivel de eucaliptol (1,8-cineol), por ejemplo los aceites esenciales de Eucalyptus Globulus, Radiata, Smithi, etc. La acción irritante y alergénica de otras moléculas, como los aldehídos terpénicos (citronelal, geranial, neral, etc.), los éteres terpénicos y los terpenos, exige una utilización cuidadosa con una concentración final máxima del 50% de aceites esenciales. En efecto, si esta dilución parece especialmente esencial para la vía cutánea, lo es aún más para el conjunto de las mucosas.
La neurotoxicidad de las cetonas terpénicas, las lactonas y, en menor medida, los óxidos terpénicos contraindica su uso oral en pacientes neurológicamente afectados, incluidos los epilépticos y los que corren el riesgo de sufrir convulsiones. Es importante pedir consejo a un aromaterapeuta o a un profesional de la salud (médico y/o farmacéutico) para todas las vías de utilización disponibles.