El macerado oleoso es una mezcla simple a base de plantas o partes de plantas y uno o varios aceites vegetales. Se utiliza para aliviar trastornos cutáneos o dolores que pueden estar relacionados con las articulaciones o los músculos. Las propiedades de un macerado oleoso dependerán de las de la planta elegida para elaborarlo. La preparación de esta mezcla puede ser larga pero es relativamente fácil. El primer paso para hacer esta mezcla es secar las plantas y elegir el aceite vegetal. Después viene la maceración de estos dos elementos. Hay tres tipos de maceración del aceite que durarán más o menos tiempo: la maceración en frío, que durará varias semanas; la maceración con calor suave, que durará varias horas; y, por último, la maceración en caliente, ¡que durará sólo unas horas! A continuación, podrá conservar esta mezcla, asegurándose de que se mantiene en buenas condiciones para que pueda disfrutar de todos sus beneficios.
Para elaborar un macerado oleoso, es preferible utilizar plantas o partes de plantas secas en lugar de frescas, ya que, como su nombre indica, están deshidratadas . La ausencia de agua en su composición impide el desarrollo de bacterias dentro del macerado y, por tanto, la fermentación del aceite.
Las plantas que se elijan para la realización de un macerado oleoso deben poder utilizarse por vía cutánea. Es el caso de los macerados oleosos de Reina de los prados, Ortiga o, menos conocidos, Bardana, que alivian los dolores articulares.
Una vez recogidas las plantas, hay que separar las partes que se van a conservar. Entonces llega el momento de lapoda, que consiste en deshacerse de elementos que podrían parasitar tus plantas, como ramas u hojas muertas.
Para que las plantas se sequen yaireen de la mejor manera posible, deben extenderse en capas finas sobre un soporte, sin comprimirlas. Para ello, puede utilizar accesorios como bastidores, bastidores o armarios de secado. Sin embargo, si no dispone de ellos, le bastará con un paño limpio.
Es necesario mantener las plantas en un lugar fresco, seco, oscuro y aireado. Cuando se secan partes frágiles de las plantas, como flores u hojas, es posible darles la vuelta o removerlas de vez en cuando para que se aireen. En el caso de las raíces, es mejor cortarlas en rodajas para que se sequen más rápidamente.
Es fácil saber cuándo las plantas o partes de plantas se están secando: es cuando empiezan a agrietarse.
Tras el secado, el aspecto de las plantas es relativamente el mismo. No deben adquirir un color parduzco o incluso negruzco, lo que es señal de un secado deficiente o perturbado por la humedad. Si esto ocurre, lamentablemente habrá que desechar la cosecha, ya que la calidad, las propiedades y el sabor de las plantas se verán perjudicados.
Una vez finalizado el proceso de secado, las plantas pueden guardarse en tarros de cristal, bolsas de papel, etc. Protegidas en un lugar fresco, seco y oscuro, las plantas secas pueden conservarse como mínimo un año y hasta dos o tres años.
Cualquier aceite vegetal o mezcla de aceites vegetales puede utilizarse para hacer un macerado oleoso. Sin embargo, en la mayoría de los libros se prefiere elaceite de oliva... La razón es muy sencilla: tiene una buena estabilidad a temperatura ambiente y un bajo potencial oxidativo.
Laoxidación de los aceites vegetales se define como la degradación de los ácidos grasos que contienen, alterando su calidad. Depende de varios factores: el contacto con eloxígeno del aire, la exposición a la luz y a los rayos UV, la interacción con un recipiente metálico o la presencia de calor. Algunos aceites vegetales serán más estables que otros y más o menos oxidables. Según el aceite que elija, tendrá una facilidad de uso y un tiempo de conservación diferentes.
El aceite vegetal de rosa se oxida fácilmente y tiene una vida útil relativamente corta. En cambio, los aceites vegetales de coco y jojoba se oxidan mucho menos y son estables a temperatura ambiente, lo que tiende a hacerlos sólidos.
Los aceites vegetales de oliva, girasol, almendra dulce, argán o avellana son poco oxidables y relativamente estables a temperatura ambiente sin tendencia a solidificarse. Son los aceites preferidos para la preparación de un macerado oleoso.
Para que el macerado oleoso tenga éxito, es importante favorecer los aceites vegetales de calidad, recurriendo a los aceites ecológicos de primera presión en frío y vírgenes, es decir, sin tratamiento antes ni después del prensado.
Para hacer un macerado aceitoso, es necesario coger un tarro y llenarlo de plantas secas, evitando apelmazarlas. A continuación, se vierte el aceite vegetal sobre las plantas, de modo que queden completamente cubiertas.
Para el primer método, que es la maceración en frío, basta con dejar macerar el preparado durante al menos 21 días, es decir, 3 semanas, removiendo de vez en cuando. Es posible colocar el frasco al sol para aprovechar su calor y favorecer la extracción de los principios activos de las plantas en el aceite. Por otro lado, los rayos UV pueden provocar la oxidación del aceite vegetal o alterar los componentes activos de las plantas. Para evitar este problema, basta con elegir un tarro de cristal ámbar o cubrirlo con un paño.
Si no se dispone de mucho tiempo (al menos no de varias semanas) o si se desea hacer un macerado con las partes rígidas de la planta, como las raíces, la maceración en caliente o la maceración con calor suave es una alternativa ideal. En este caso, el frasco debe colocarse al baño maría y el preparado debe dejarse cocer a fuego lento durante al menos 2 horas, o en una yogurtera durante 8 a 12 horas.
Una vez finalizada la maceración, las plantas se filtran utilizando un filtro de café o una gasa. Para extraer los últimos principios activos de las plantas, se exprimen suavemente. Colocar el preparado en un recipiente adecuado, como un tarro o una botella. Etiquete el macerado oleoso con el nombre de la planta y la fecha de fabricación. Ya está listo para usar.
La maceración aceitosa debe conservarse en un lugar fresco y seco, al abrigode la luz. La vida útil estimada es de 12 a 18 meses. Este periodo puede variar en función de las condiciones de almacenamiento y del aceite vegetal utilizado. Para saber si está rancio, hay que estar atento a los cambios de olor: ¡confíe en su olfato!