En la locura de los ingredientes naturales en los productos cosméticos, hay uno que destaca por su origen: la leche de burra. Si tuviéramos que rastrear su historia, el uso de la leche de burra como producto cosmético no es muy reciente. Ya era muy consumida en la Antigüedad por sus beneficios sobre la belleza... pero también sobre la salud. La gran Cleopatra nunca iba a ninguna parte sin su manada de burras para disfrutar de su baño de leche diario. Para ello necesitaba más de 300 animales. Famosa por su gran belleza, fue sin duda ella quien inició lo que vemos hoy: una avalancha de cosméticos naturales (o no) a base de leche de burra.
Nombre común: leche de burra
Otro nombre: Lacta asinus
Nombre INCI: leche de burra
Origen: animal
Formas encontradas: líquida (fresca o cruda) y en polvo (liofilizada o atomizada).
Características bioquímicas.
Características físicas.
Todo se reduce a su composición. Es tal que esta leche, junto con la leche de yegua, es muy parecida a la leche materna. Por tanto, es muy nutritiva, además de dermatológica. En primer lugar, contiene mucha más lactosa que la leche de vaca que se consume habitualmente, pero lo más interesante es que ¡contiene la mitad de grasa! En segundo lugar, los niños suelen tener alergia o intolerancia a las proteínas de la leche de vaca, especialmente a la beta-lactoglobulina. Esta proteína simplemente no está presente en la leche de burra, por lo que hay menos riesgo de alergias. Tampoco contiene caseína coagulable, una proteína que a veces nos hace digerir mal la leche. También por este motivo es imposible hacer queso con leche de burra, aunque nos hubiera gustado combinar placer y bienestar. A nivel dermatológico, como hemos visto, su composición rica en ácidos grasos, aminoácidos, vitaminas y minerales la convierte en un ingrediente cosmético muy interesante para regenerar y suavizar la piel.
Con todas estas buenas razones, uno podría decirse que en este caso ¡hay que ir a por el burro! Por desgracia, no es tan sencillo. Mientras que una vaca produce una media de 25 litros de leche al día, las burras producen de 2 a 4 litros de leche al día. Podemos entender mejor por qué a la leche de burra se la llama el oro blanco de la cosmética.La leche de burra sigue siendo, por tanto, un producto de belleza de lujo, muy escaso y desgraciadamente sobreexplotado en la actualidad. Esto implica terribles abusos como el maltrato de los animales. He aquí nuestros consejos para combinar la calidad del producto y el respeto por el animal:
La leche fresca debe conservarse en el frigorífico (12 horas como máximo), al igual que la leche cruda. Los polvos deben mantenerse alejados del calor y la humedad.