¿Son compatibles la artrosis y el deporte?

La artrosis suele desarrollarse como consecuencia de la práctica excesiva de deporte. Los deportistas profesionales o aficionados que compiten suelen padecerla después de su carrera. Además, a menudo existe una predisposición genética. En efecto, si ya se han observado antecedentes familiares en una persona, sus "posibilidades" de padecer artrosis se multiplican.

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¡¿Parar el deporte?!

Si las articulaciones se utilizan de forma intensiva y regular, acaban rompiéndose. Los movimientos bruscos, los golpes y la fuerza desgastan el cartílago. El cartílago puede romperse. Los trozos de cartílago pueden deslizarse dentro de la articulación y causar inflamación en el líquido sinovial, que permite el deslizamiento de los huesos, así como en los músculos y tendones. Si no hay cartílago, los huesos pueden rozarse directamente entre sí, lo que aumenta el dolor de la inflamación.
Algunos deportes están especialmente desaconsejados. Sobre todo los que someten a las articulaciones a una gran tensión al imponer movimientos bruscos y golpes al apoyar y amortiguar.

He aquí algunas de las más comúnmente desaconsejadas:

  • Tenis: un pequeño contragolpe que te sorprende, y vuelves a salir en dirección contraria, aprovechando tus rodillas...
  • Esquí: una buena serie de baches puede ser buena para los músculos de los muslos, pero el dolor que se suele sentir al final del día en las rodillas no es muy buena señal y debe evitarse a toda costa si ya se ha padecido artritis.
  • Rugby, fútbol y otros deportes de pelota en equipo: Levantamientos bruscos, ritmos de carrera irregulares, golpes en las piernas y en todas partes, patadas al balón... Todos estos pequeños acontecimientos suponen una carga continua para tus articulaciones. ¡Ten cuidado!
  • Deportes de combate: no hace falta añadir más a la lista...
  • Bailar: se gira sobre un pie, pero es la rodilla la que obliga a todo el cuerpo a girar. Las demás articulaciones no se quedan al margen y no es raro que los antiguos bailarines sufran los efectos de la artrosis antes de lo normal.

¡Nunca!

Los médicos lo tienen claro: ¡no abandones toda actividad física! Es vital, no sólo para tu cuerpo, sino también para tu moral.
El sobrepeso también es muy perjudicial para las articulaciones, así que si tienes unos kilos de más, ¡ya sabes lo que tienes que hacer! Los músculos también son más propensos a agarrotarse debido a la deformación de las articulaciones. Así que ya ves por qué es importante hacer deporte a pesar de la artrosis.

Aquí tienes algunos deportes que no dañarán tus articulaciones, pero que exigirán un poco más al resto del cuerpo :

  • Caminar: ¡excelente para trabajar las articulaciones sin desgastarlas! Eso sí, ten cuidado de llevar un ritmo muy bajo cuando camines cuesta abajo, ya que podrías agravar tu artritis. Sobre todo en las rodillas.
  • Ciclismo: Permite que las articulaciones se muevan suavemente, sin sacudidas. Se mueven lenta y continuamente.
  • Natación: al estar en el agua evitas darte grandes golpes y las articulaciones de las piernas no tienen que soportar tu peso. Pero cuando nadas, haces movimientos naturales y entrenas los músculos y las articulaciones, lo cual es excelente para combatir tu artritis.
  • Jogging: excelente sólo si las piernas no están afectadas.

Esperamos que nuestros consejos le hayan sido útiles y le deseamos todo el valor que necesita para luchar contra esta enfermedad.