Tratar una ampolla cuando ya se ha formado

¡Ay! Zapatos nuevos y, como de costumbre, ¡las ampollas que los acompañan! Puede que seas de los que piensan que esto es normal, un dolor que hay que tomarse con paciencia. Para que una ampolla se cure, hay que tener paciencia, ¡pero también hay que reaccionar rápidamente y con los métodos adecuados! La primera reacción es, por supuesto, sacar tu kit de aceites esenciales, pero tienes toda una página de esta guía para explicar todo eso. He aquí un pequeño complemento de lo que hay que hacer y no hacer para dejar de sufrir el martirio. Porque en cuanto se trata de tratar una ampolla, todo el mundo interviene: la abuela, el tendero... ¡nuestras búsquedas en Internet! Hemos decidido poner nuestro granito de arena para adoptar los reflejos adecuados, reaccionar con rapidez y adaptarnos al estado de la ampolla.

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Si la ampolla duele o su tamaño dificulta el movimiento

Después de desinfectar, puedes aplicar un vendaje para proteger la herida de nuevos roces y agresiones externas (¡riesgo de infección, te lo digo yo!). Utiliza un apósito de baja adherencia para no perjudicar el proceso de cicatrización. ¡Sería una tontería estropearlo todo con un apósito demasiado agresivo! Por ejemplo, puedes aplicar una compresa para proteger la herida antes de aplicar el esparadrapo. Pero en las zonas en las que se producen roces frecuentes a diario, lo ideal es utilizar un apósito adecuado, como un hidrocoloide (segunda piel), que no se arrugue con el movimiento y no cause molestias.

Para acelerar el proceso de curación, asegúrate de que tus pies están secos y deja la ampolla al aire libre el mayor tiempo posible para evitar la maceración (excepto en el caso de los apósitos hidrocoloides, que puedes dejarlos más tiempo durante los primeros días). Esto permitirá que la ampolla se seque y endurezca para curarse más rápidamente.

¿Es usted deportista? Puedes continuar con tu actividad, siempre que la ampolla esté bien protegida. Algunos consejos de los deportistas para evitar las rozaduras: llevar guantes o manoplas, dos pares de calcetines...

Si la ampolla no es muy dolorosa y no le causa ningún dolor diario

Es mejor dejar que se cure de forma natural y no perforarla. Porque Se trata de un riesgo que no debe tomarse a la ligera. La cicatrización es completa cuando la ampolla ha desaparecido por completo, ¡simplemente! Tenga cuidado, sin embargo, si continúa una actividad física ligada al roce de la ampolla, para no arriesgarse a que se rompa accidentalmente. En este caso, puede ser mejor tomar la iniciativa y tratarla bien.

Si la ampolla se ha roto involuntariamente o la piel de la ampolla está muy dañada después de romperla

¡Ay! La ampolla está abierta o desgarrada, la piel está en carne viva... Hay que tratarla con cuidado. Si es posible, deja la piel muerta de la ampolla, ya que actúa como protección. Si estorba, puedes cortar suavemente el exceso de piel cerca de los bordes de la ampolla con unas tijeras esterilizadas y volver a desinfectar. Ten cuidado de que la lesión no se infecte. A continuación, sigue las mismas instrucciones que antes para perforar la ampolla.

Algunos suplementos naturales para el cuidado

Aceites esenciales, ¡por supuesto! ¿Qué mejor que las plantas en estado puro para beneficiarse de sus virtudes? Serán útiles para desinfectar y acelerar la cicatrización. Puedes aplicar una mezcla inmediatamente, tanto si la ampolla está perforada como si no, y por qué no añadir incluso un poco de Aloe Vera, antes de cubrirla con un vendaje. Renovar el vendaje regularmente. Un remedio eficaz tanto para las ampollas de los pies como para las de las manos.