La guía de los aceites vegetales en aromaterapia, cosmética natural y nutrición

Alimentación, cosmética, terapéutica... Los aceites vegetales son grasas que se utilizan en diversos campos de aplicación. Para muchas personas, los aceites vegetales son ante todo materias primas para la alimentación cotidiana. Para otros, son productos cosméticos con propiedades nutritivas, calmantes y protectoras, mientras que algunos los utilizan principalmente por su efecto terapéutico, además de por la aromaterapia, por sus propiedades medicinales. No es posible separar estos distintos ámbitos de aplicación, ya que un mismo aceite vegetal puede tener aplicaciones diferentes. El objetivo de esta completa guía es proporcionar un mejor conocimiento de los aceites vegetales, sus usos, sus beneficios, pero también su composición intrínseca y su calidad, para poder utilizarlos correctamente en todos los ámbitos de aplicación.

¿Qué aceites vegetales deben utilizarse en aromaterapia?

Los aceites vegetales se utilizan a menudo solos o como complemento de los aceites esenciales por sus numerosas propiedades terapéuticas. La composición en ácidos grasos de los aceites vegetales permite diluir los aceites esenciales. Además, son los principales constituyentes de la piel, por lo que son fáciles de aplicar, penetran en la piel más o menos profundamente según el aceite vegetal y, en general, son muy bien tolerados por todos.

Los 4 mejores aceites vegetales en aromaterapia:

  • El Macerado Untuoso de Árnica: un imprescindible. Conocido por sus propiedades antiinflamatorias, el árnica alivia los dolores musculares y articulares además de ser circulatorio. Es el más eficaz en casos de: Dolores musculares, Calambres musculares, Dolores musculares, Tendinitis, Dolores articulares, Edemas, Moratones, Hematomas, Contusiones, Esguinces.
  • El aceite vegetal de Nigella: gracias a su composición en timoquinona, numerosos estudios se han centrado en sus propiedades terapéuticas. Así, es antiinflamatorio, antiinfeccioso, inmunoestimulante, broncodilatador, antioxidante, etc. Se trata de un aceite vegetal muy potente por sí mismo. El más eficaz en caso de: Alergia respiratoria, Asma, Asma alérgica.
  • El aceite vegetal de Calophylle Inophyle: también llamado aceite de Tamanu, es conocido por sus propiedades circulatorias, tónicas, anticoagulantes, etc. El más eficaz en caso de: Cuperosis, Rojeces, Rosácea, Varices, Hemorroides.
  • El aceite vegetal de argán: su composición similar a la de los lípidos de la piel lo convierte en un excelente medio de dilución para los aceites esenciales. Penetra rápidamente en la piel al tiempo que proporciona un efecto nutritivo.
El mejor aceite vegetal para cada uso

¿Qué aceites vegetales utilizar en cosmética?

Los aceites vegetales son ingredientes cosméticos por derecho propio y cada vez se utilizan más solos como único ingrediente de un tratamiento de belleza. Esto se debe a que los ácidos grasos son elementos estructurales de la piel. La materia insaponificable es un potente activo que aporta propiedades a partir de un producto 100% natural, para un tratamiento cosmético completo con un solo producto. Todos los aceites vegetales son emolientes y protectores de la piel debido a su composición bioquímica y calidad físico-química. Más información sobre las características cosméticas de los aceites vegetales.

Los 4 aceites vegetales más utilizados en cosmética:

  • El Aceite Vegetal de Almendras Dulces: El Aceite Vegetal de Almendras Dulces es ideal para pieles sensibles y frágiles por sus propiedades calmantes. A menudo se recomienda para sujetos sensibles como bebés o mujeres embarazadas. El más eficaz en caso de: Dermatitis del pañal, costra láctea.
  • La Mantequilla de Karité: es esencial en el cuidado cosmético. Su textura de manteca le confiere propiedades nutritivas, hidratantes y protectoras. La más eficaz en caso de: Grietas, Piel agrietada.
  • El Aceite de Coco Vegetal: ideal para cabellos secos y quebradizos, el aceite de Coco también será muy eficaz para pieles secas o sensibles gracias a sus propiedades nutritivas, fortalecedoras del cabello, hidratantes y suavizantes. El más eficaz en caso de: Cabello seco, Cabello dañado, Cabello encrespado, Todo tipo de piel, Absceso dental, Dientes (blanqueamiento).
  • El aceite vegetal de macadamia: como aceite neutro, protector de la piel y de tacto seco, es adecuado para todo tipo de pieles y cabellos y, por tanto, versátil para todos los tratamientos cosméticos.

Para el cuidado de la piel

Piel seca, piel grasa, piel sensible, piel irritada o piel madura: hay un aceite vegetal adecuado para cada tipo de piel. No sólo los ácidos grasos, sino también la materia insaponificable y los principios activos que componen el aceite proporcionan este cuidado específico.

Los 4 mejores aceites vegetales para el cuidado de la piel:

  • El Aceite vegetal de Jojoba: ideal para las pieles mixtas a grasas, el aceite de Jojoba tiene la capacidad de regular y mantener un equilibrio perfecto gracias a sus propiedades seborreguladoras y reguladoras del pH. Suaviza y protege la piel, revitaliza las pieles secas y protege las células cutáneas.
  • El Aceite vegetal de hueso de albaricoque: rico en carotenoides, vitamina E y omega 6 y 9, es adecuado para el cuidado de las pieles maduras, pero también como desmaquillante. Es un aceite neutro y protector apto para todos.
  • El Aceite Vegetal de Rosa Mosqueta: El Aceite Vegetal de Rosa Mosqueta es ideal para todos los tratamientos cosméticos. Aplicado en el rostro como crema de día o crema de noche, es el aliado de las pieles arrugadas y estropeadas gracias a sus propiedades reafirmantes, regeneradoras de la piel y cicatrizantes.
  • El Macerado Untuoso de Zanahoria: de color anaranjado, rico en provitamina A, tiene un brillo saludable además de su efecto protector de la piel.
¿Qué aceite vegetal para mi piel?

Para el cuidado del cabello

Cabello seco, quebradizo, rizado, fino o encrespado: para cada tipo de cabello y cada problema capilar hay un aceite vegetal adecuado.

Los 4 mejores aceites vegetales para el cuidado del cabello:

  • El Aceite vegetal de Brocoli: está especialmente indicado para cabellos rizados, encrespados y ondulados.
  • El Aceite vegetal de mostaza: es un aceite envolvente, fortalecedor y estimulante del cabello. Es ideal en caso de caída del cabello, cabellos finos, sin volumen y apagados.
  • El Aceite vegetal de aguacate: especialmente nutritivo y graso, cuida el cabello seco, quebradizo y dañado.
  • El Aceite vegetal de ricino: nutritivo y fortalecedor, el aceite de ricino se utiliza mucho para fortalecer las pestañas y el cabello, pero también para fortificar las uñas. Es ideal para cabellos secos, sin brillo y con tendencia a caerse.
¿Qué aceite vegetal para el cabello?

Para hacer tus propios jabones

La saponificación clásica es la siguiente reacción química para obtener jabón: triglicéridos de ácidos grasos + sosa → jabón + glicerina. En esta reacción, una sustancia grasa combinada con una base fuerte, a menudo sosa, produce jabón, pero también otro producto, la glicerina.

La saponificación en frío se realiza con aceites vegetales. Es un método natural y tradicional que respeta y preserva tanto las propiedades del aceite y de la planta inicial como las de la piel. La glicerina producida tras la reacción es natural, derivada del aceite. Además de este proceso de saponificación en frío, se pueden añadir aceites vegetales como excedente, es decir, como "surgras" para proporcionar un cuidado adicional. Esta adición no se saponifica.

Aceites vegetales muy utilizados para la saponificación en frío:

  • Aceite vegetal de coco: por sus cualidades espumantes
  • Manteca de karité: para un aspecto más cremoso
  • Aceite de oliva: para un jabón compacto

¿Qué aceites vegetales utilizar en nutrición saludable?

Desde el punto de vista nutricional, cuando hablamos de aceites vegetales, se utiliza el término "lípidos". Los ácidos grasos son las unidades básicas de los lípidos y pueden clasificarse en tres categorías: saturados, insaturados, como ya se ha mencionado, pero también ácidos grasos trans. Están omnipresentes en nuestra dieta, por lo que es esencial saber distinguirlos y conocer sus funciones.

  • Ácidos grasos saturados: se encuentran con mayor frecuencia en productos de origen animal como la nata, la mantequilla y el queso, aunque están presentes en todos los aceites vegetales en proporciones variables. Deben limitarse en la dieta porque favorecen los depósitos de colesterol en las arterias y, por tanto, aumentan el riesgo de patologías cardiovasculares.
  • Ácidos grasos insaturados: entre ellos se encuentran los conocidos omega 3, 6 y 9. Están presentes principalmente en aceites y productos vegetales, pero también en pescados grasos como el salmón, las sardinas o el arenque. Estos son los ácidos grasos que hay que favorecer en la dieta, ya que son esenciales para el buen funcionamiento metabólico del organismo. Además, se dice que los omega 3 y 6 son "esenciales" porque nuestro organismo es incapaz de sintetizarlos. Son los principales componentes de nuestras membranas celulares y participan en la síntesis de ciertas hormonas.
  • Ácidos grasos trans: a diferencia de los ácidos grasos anteriores, los ácidos grasos trans, también conocidos como grasas hidrogenadas, son de origen industrial y no natural. Más estables, se crearon para favorecer una mejor conservación de los alimentos. Así que cuidado con los aceites hidrogenados, que se utilizan en la composición de productos industriales ultraprocesados, como pasteles industriales, cereales o incluso comidas preparadas o enlatadas. Deben evitarse porque son peligrosos para el sistema cardiovascular. Reducen los niveles de colesterol HDL (bueno) y aumentan los de triglicéridos, lo que incrementa el riesgo de cardiopatía coronaria.

Si tuviéramos que considerar una proporción ideal de nuestra ingesta de grasa alimentaria, sería la siguiente: más del 50% de omega-9, una proporción de 4:1 entre omega-6 y omega-3 y una proporción de omega-9/omega-6/omega-3 cercana a 10:2,5:1. Los ácidos grasos saturados y trans deben limitarse.

Los 4 mejores aceites vegetales en la nutrición saludable:

  • Aceite de colza: un muy buen alumno en cuanto a su composición ideal para la salud, gracias a una proporción cercana a la ideal. Además, es un aceite bastante estable, aunque hay que privilegiar su uso en condimentación frente a la cocción. También es un aceite barato. Sin embargo, es importante elegir un aceite virgen y ecológico, y no un aceite refinado para preservar los ácidos grasos.
  • El aceite vegetal de perilla: por su riqueza en omega-3. Actualmente se sabe que el consumo de omega-3 es demasiado bajo en comparación con otros ácidos grasos. Es importante promover un aceite rico en omega-3 en la condimentación. Además de la Perilla, que es rica en ácido linolénico en más de un 60%, existen el aceite de Chía, el aceite de Lino, el aceite de Sacha Inchi y el aceite de Cáñamo, todos ellos muy ricos en omega-3.
  • El Aceite vegetal de cacahuete: rico en omega-9 para cocinar. El aceite de cacahuete es muy rico en ácidos grasos monoinsaturados, omega-9, que lo convierten en un aceite muy estable para cocinar. Su punto de humo, es decir, la temperatura a la que se detecta el humo, es muy elevado: 160°C para una calidad virgen. Otros aceites, como el de oliva o el de avellana, son interesantes por las mismas razones.
  • Aceite de argán tostado: para un sabor exquisito. La composición de un aceite es esencial, pero en la cocina, el sabor también es importante. Con semillas o frutos previamente tostados, obtenemos aceites vegetales con sabores únicos, muy apreciados en gastronomía. Los aceites de argán tostado, cacahuete tostado y sésamo tostado son sencillamente exquisitos.

¿De qué está hecho un aceite vegetal?

Los aceites vegetales proceden de plantas denominadas oleaginosas, es decir, plantas cuyas semillas, pulpa de fruta o incluso frutos secos son ricos en lípidos y producen un aceite. Están compuestos por ácidos grasos en un 98%, ácidos grasos libres en un 1% y materia insaponificable en torno al 1% según el aceite de que se trate. Un ácido graso es una cadena de átomos de carbono e hidrógeno, con una función de ácido carboxílico COOH en un extremo. Según la longitud de la cadena de carbono y la configuración de los átomos de hidrógeno y carbono, existen varios tipos de ácidos grasos: ácidos grasos insaturados y saturados. Entre los ácidos grasos insaturados se encuentran los omega 9 (monoinsaturados), omega 3 y 6 (poliinsaturados). Los ácidos grasos confieren a los aceites vegetales numerosas propiedades cosméticas, terapéuticas y dietéticas. Como grasas, los aceites vegetales no pueden mezclarse con agua ni alcohol.

Además de ácidos grasos, los aceites vegetales están compuestos por materia insaponificable: principios activos derivados de la planta inicial, liposolubles y que le confieren propiedades antioxidantes. Entre ellos se encuentran las vitaminas A, B, C, D, E y K, incluidos los carotenos (provitamina A), pero también los tocoferoles, los esteroles y otras sustancias activas según el aceite de que se trate; por ejemplo, la timoquinona en el aceite vegetal de Nigella.

La composición de los aceites vegetales

Las valiosas propiedades de los aceites vegetales

Existen miles de plantas oleaginosas en nuestro hermoso planeta, y otros tantos aceites vegetales potenciales. Hoy en día, una cincuentena de ellos (lista completa) se utilizan a diario por sus múltiples propiedades:

  • Antiinflamatorios generales o cutáneos (omega-3, esteroles, etc.): Andiroba, Cáñamo, Camelina, Lino, Karité, Aguacate, Argán
  • Antiinfecciosos (principios activos específicos de cada VO): Neem, Nigella, Andiroba, Sésamo
  • Antioxidantes (vitamina E, polifenoles, vitamina A, etc.): Germen de trigo, Granada, Argán, Semilla de uva, Moringa, Acai.
  • Calmantes (omega-3, principios activos específicos de cada ACEITE): Caléndula, Karité, Mango, Coco, Albaricoque
  • Cicatrizantes (vitamina E, omega-3, etc.): rosa mosqueta, higo chumbo, karité
  • Circulatorio (principios activos específicos para cada VO): Calophylla Inophyla, Árnica, Hierba de San Juan.
  • Desmaquillante : Albaricoque, Jojoba
  • Desintoxicante : Cardo mariano
  • Emolientes : Todos
  • Inmunoestimulantes : Nigella
  • Laxantes: Ricina
  • Nutritivo : Karité, Argán, Mango, Coco, Ricino, etc.
  • Protectores de la piel: Zanahoria, Karanja, Buriti, Frambuesa, Karité
  • Repelentes: Neem, Andiroba
  • Tónico, astringente : Margarita, borraja, onagra, rosa mosqueta, semillas de higo chumbo

¿Cómo elegir un aceite vegetal de buena calidad?

Existen distintas calidades de aceites vegetales. Para garantizar la calidad de su aceite vegetal, sea cual sea su uso final, conviene comprobar varios criterios:

Los avales y certificaciones

En el contexto del uso terapéutico, cosmético o nutricional, asegúrese de que sólo se utilizan aceites vegetales vírgenes de primera presión en frío ORGÁNICOS:

  • Virgen, sin refinar: un aceite virgen, sin refinar, es aquel que no ha sufrido ningún tratamiento antes o después del prensado, es un aceite puro que simplemente ha sido filtrado para eliminar cualquier impureza.
  • 100% puro y natural: esto significa que el aceite será el único ingrediente. Se trata de una auténtica garantía de calidad: ningún perfume u otro aditivo puede sesgar la calidad del aceite. Sin embargo, existe el caso especial de los aceites vegetales vírgenes de carácter "vivo". A veces se añade a algunos de ellos un conservante, la vitamina E, para limitar la oxidación del aceite y favorecer su conservación. Es el caso, por ejemplo, de los macerados oleosos.
  • Primer prensado en frío: se trata de un método de extracción simple y mecánico en el que los frutos y semillas oleaginosos se prensan para extraer directamente el aceite. Es posible prensar calentando la materia prima y prensando varias veces para obtener más aceite, pero la calidad disminuiría (pérdida de algunas vitaminas, por ejemplo).
  • BIO: las certificaciones garantizan que la planta de la que procede el aceite se ha producido de acuerdo con un pliego de condiciones preciso que excluye, en particular, los productos fitosanitarios. Dependiendo de si el aceite vegetal se utiliza para alimentación o cosmética, existen dos tipos de certificación: AB y Cosmos.
  • Análisis organoléptico: el color, el olor o incluso el aspecto del aceite vegetal son criterios esenciales que deben comprobarse previamente, antes de utilizar el aceite. Por ejemplo, un aceite de colza refinado será generalmente más ligero que un aceite de colza virgen.
  • Análisis de la composición en ácidos grasos: un aceite vegetal se caracteriza por su composición en ácidos grasos. Por ejemplo, un aceite vegetal de granada tiene la particularidad de ser más de un 60% rico en ácido punícico. Una variación del contenido en ácidos grasos puede ser el resultado de la mezcla de un aceite con otro...
  • Comprobar la baja oxidación del aceite : los ácidos grasos que componen el aceite vegetal pueden degradarse en contacto con el oxígeno, el aire, la luz o incluso el calor. Se trata de un criterio que puede comprobarse en primer lugar por el olor; un aceite oxidado está rancio. En segundo lugar, midiendo el índice de peróxido del aceite vegetal; se trata de la cantidad de oxígeno ligado al aceite, lo que indica su oxidación. En tercer lugar, midiendo el número de anisidina, que determina aún más el nivel de ranciedad de un aceite.

El envase del producto

  • Calidad del envase: la elección del envase de un aceite vegetal no es trivial a la vista de los criterios anteriormente mencionados. Debe respetar al máximo la calidad intrínseca del aceite y, por tanto, ser lo más neutro posible. Además, debe ser estanco al oxígeno y preservar al máximo el aceite de la luz y el calor. El envase de vidrio ámbar con tapón hermético es el envase ideal.
  • Información de la etiqueta: además de las declaraciones y certificaciones descritas anteriormente y el nombre de uso del aceite, es importante comprobar el nombre botánico y la parte de la planta utilizada para obtener el aceite. El número de lote, el origen geográfico y los datos de contacto del fabricante son una garantía de trazabilidad.
Comprobar la calidad de un aceite vegetal

¿Cómo se obtiene un aceite vegetal?

En la mayoría de los casos, los aceites vegetales se obtienen mecánicamente, tras el prensado de semillas o frutos oleaginosos. El método conocido como "primer prensado en frío" es una técnica ancestral y tradicional, la más natural posible, que respeta la calidad de la materia prima. Las semillas y los frutos se seleccionan antes de someterlos a un prensado mecánico en frío, es decir, sin calentamiento, a temperatura ambiente. Existen varios tipos de prensas; la prensa de tornillo, que empuja la semilla o el fruto dentro de un cilindro, es la más utilizada. El aceite sale por las aberturas y el residuo del prensado (llamado torta) permanece en el cilindro. El aceite obtenido es virgen, no se somete a ningún tratamiento químico ni refinado, sólo se filtra de posibles residuos orgánicos.

Cabe señalar que el prensado en frío puede no ser apropiado para algunas semillas que no contienen suficiente aceite. Un prensado largo e ineficaz aumentaría la temperatura del aceite durante la fricción mecánica y degradaría la calidad intrínseca del aceite. Por este motivo, existen otros métodos de extracción de aceites vegetales.

Otro método de extracción que se encuentra a veces es la extracción supercrítica de aceite con CO2. Supercrítico es el estado en el que se encuentra el CO2: a partir de un determinado umbral de temperatura y presión, se encuentra en un estado intermedio, entre líquido y gas, lo que lo convierte en un disolvente de elección. Este método se presenta como muy natural, ya que en este estado el CO2 es neutro y respeta la composición de los principios activos del aceite.

Aceites vegetales, mantecas vegetales y macerados oleosos: ¿cuáles son las diferencias?

Cuando hablamos de aceite vegetal (AV), generalmente incluimos, abusando del lenguaje, todas las grasas de origen vegetal, es decir, los macerados oleosos (MO) y las mantequillas vegetales.

Las mantecas vegetales tienen una textura y un aspecto sólidos a temperatura ambiente, a diferencia de los aceites, sobre todo por su mayor contenido en ácidos grasos saturados. Entre las mantecas vegetales más conocidas se encuentran la manteca de karité y la manteca de cacao.

No todas las plantas son oleaginosas, por lo que no pueden proporcionar aceite vegetal. Para sortear este obstáculo y seguir aprovechando naturalmente sus beneficios, los productores han encontrado una alternativa: los macerados oleosos. La parte de la planta que interesa se sumerge en un aceite neutro, líquido a temperatura ambiente, a menudo aceite de girasol o de oliva. Este complejo de aceite neutro y planta se expone a la luz para favorecer la transferencia de los principios activos de la planta al aceite neutro. Una vez finalizada la maceración, el aceite neutro deja de serlo y se llena de los beneficios de la planta. El macerado oleoso resultante es, por tanto, un aceite orgánico cargado de los principios activos de plantas no oleosas. Generalmente se utilizan las flores, como en el caso del macerado oleoso de árnica, pero también es posible macerar raíces, por ejemplo de zanahoria. La mayoría de las veces, las plantas se secan antes de la maceración para evitar el desarrollo microbiano durante la maceración en aceite. Para más información: ¿Cómo preparar un macerado oleoso?

Precauciones de uso de los aceites vegetales

Mientras que los aceites esenciales son productos potentes que deben manipularse con cuidado, los aceites vegetales son mucho más suaves y, por tanto, mucho más fáciles de usar. En general, son bien tolerados por todos. No obstante, conviene respetar ciertas precauciones de uso y ser consciente de los riesgos asociados.

Los principales riesgos de los aceites vegetales:

  • Alergia: Aunque depende del usuario, algunos aceites vegetales pueden provocar alergias tras su aplicación. Se recomienda hacer una prueba de alergia en una zona pequeña antes de aplicar el aceite vegetal en una zona más amplia.
  • Comedogenicidad: se dice que algunos aceites son comedogénicos, es decir, que pueden favorecer la aparición de imperfecciones como granos o espinillas. Cada aceite vegetal tiene un índice de comedogenicidad, siendo 0 "no comedogénico" y 5 "muy comedogénico". Es aconsejable comprobar este índice, sobre todo para las personas con problemas de piel.
  • Fototoxicidad: en el caso de la Hierba de San Juan, no se recomienda exponerse al sol durante las 8 a 12 horas siguientes a su aplicación.
  • En caso de tratamientos anticoagulantes: algunos aceites vegetales son fluidificantes, deben evitarse en caso de tratamientos anticoagulantes. Es el caso del árnica, la hierba de San Juan y la Calophylla Inophyla en particular.

Las formas de utilización de los aceites vegetales:

  • Todos los aceites vegetales se utilizan por vía cutánea, sin embargo, para algunos más potentes o perfumados, a veces es necesario diluirlos: Neem, Nigella, Mostaza, Borraja por ejemplo.
  • Por vía oral, una gran parte de los aceites vegetales pueden utilizarse por sus beneficios nutricionales, pero no sólo. Es también por esta vía de utilización que las propiedades terapéuticas de los aceites vegetales pueden ser interesantes. Sin embargo, algunos aceites están contraindicados para uso oral por su composición potencialmente tóxica: la mostaza y el brócoli por su contenido en ácido erúcico, por ejemplo.

Los usuarios:

Salvo algunas excepciones, los aceites vegetales son aptos para todos los usuarios. Es aconsejable pedir información caso por caso para los usuarios sensibles (bebés y mujeres embarazadas).

Precauciones de uso de los aceites vegetales 48 aceites vegetales Cómo utilizarlos...

597 notas

Ver el producto